domingo, 4 de noviembre de 2007

¿Alguna vez tú te has puesto a pensar cómo son escogidas las madres de niños con algún impedimento físico o mental?

Yo visualizo a Dios recorriendo el mundo, seleccionando instrumentos para la propagación de la raza humana con mucho cuidado y deliberación.

Mientras Él observa, da instrucciones a sus ángeles para que hagan anotaciones en una inmensa libreta.

Socorro Hernández, va a tener una hija, su santo patrón será San Fortunato

Nohemi Vela, va a tener una hija, su santo patrón será San Policarpio.

Elena Vázquez, va a tener una hija, su santo patrón será San Ambrosio.

Leticia Soto, va a tener un niño, su santo patrón será San Hermenegildo

Finalmente le dice otro nombre, Margarita Soto, a un angel y sonriendo dulcemente le dice: Dale una "hija impedida".

El Ángel, lleno de curiosidad, le pregunta: "¿Por qué, Señor, si ella es tan feliz?"

Exactamente, sonríe Dios. "¿Podría yo darle una hija impedida a una madre que no conoce la risa? Eso sería demasiado cruel para esta niña.

"Pero, Señor, ¿tiene ella mucha paciencia?", pregunta el Ángel.

"Yo no quiero que sea demasiado pasiva porque puede hundirse en un mar de autocompasión y desesperanza. Una vez que pase el primer impacto y se recupere, ella sabrá manejar la situación."

"Yo la estuve observando hoy", dijo Dios. "Tiene seguridad en si misma y personalidad independiente, que es tan raro y tan necesario en una madre."

"Como verás, la niña que le voy a dar, vive en su propio mundo y ella tiene que lograr hacerla vivir en el mundo real y eso no va a ser fácil."

"Pero señor, pienso que ella puede perder la fe, y dudar si podrá con esta eocomienda."

Dios sonríe: "No importa, eso lo puedo arreglar. Esta madre está perfecta. Es apenas un poquillo egoísta."

El Ángel traga gordo "¿Egoísmo? ¡Eso es una virtud?"

Dios afirma: "Si ella no se puede separar ocasionalmente de la niña no podría sobrevivir. Sí, aquí está una mujer a quien bendiciré con una hija menos que perfecta. Ella aún no se da cuenta, pero va a ser envidiada porque nunca una nueva palabra dicha le parecerá inadvertida. Nunca un "pasito" le parecerá común y corriente. Cuando su hija diga "Mamá" "Papá" por primera vez, estará presenciando un verdadero milagro que no a cualquiera le toca presenciar".

"Le permitirié a ella que vea claramente las cosas que yo veo: ignorancia, crueldad, prejuicios y le ayudaré a elevarse por sobre todo eso. Nunca estará sola. Yo estaré a su lado cada minuto de cada día de su vida, para que haga el trabajo que le estoy encomendando, con la seguridad de que estoy con ella."

"¿Y su santo patrón?", pregunta el Ángel.

Dios sonría: "Su niña lo será".

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